top of page
21 Días de ayuno

Deléitate en el Señor,  y Él te concederá los deseos de tu corazón.

(Salmos 37:4 NVI)

 

Aprender a deleitarnos en Dios es una de las claves para vivir en plenitud nuestra vida cristiana. Vivir bajo cielos abiertos es también vivir una vida de deleite en Dios.

Deleitarse es disfrutar: significa placer, satisfacción, gozo. ¡Dios quiere que nos deleitemos en El! Para esto debemos ajustar nuestros sentidos y pensamientos para comprender que Él está en todo momento y en todo lugar deseoso de que sus hijos (nosotros) nos relacionemos con Él. A esto le llamamos “entrar en Su Presencia”. En realidad siempre está con nosotros, ¡sólo debemos percatarnos de Él! Aprendamos a sentir su Presencia, disfrutar de su obra en nosotros, meditar en su grandeza y su bondad, gozarnos en su Palabra y en los testimonios de Su amor y adorarlo. Aprender a sentirlo y ser buenos receptores de su mover es una experiencia que nos transforma y nos hace plenamente felices. ¡El es maravilloso!

 

A partir de esa revelación podemos comenzar a comprender y vivir los pasajes de la Biblia que nos hablan de la plenitud que alcanzamos en Él: “de su plenitud tomamos todos” (Juan 1:16), “vosotros estáis completos en Él” (Colosenses 2:10).

Viviendo la experiencia de disfrutar a Dios, nuestras oraciones pasan a otro nivel de fe y poder: los deseos de nuestro corazón son concedidos, nuestras oraciones fluyen en comunión con el Padre y vemos al Dios Todopoderoso haciendo grandes cosas.

 

Al deleitarnos en Él nuestro corazón se llena de su corazón, vemos más de su obra en esta tierra y eso nos conduce a amarlo más y disfrutar más de su Presencia cada día.

 

Aplicación Práctica

 

Tome un momento del día para deleitarse en Su Presencia. No es necesario hablar mucho, abra su corazón a Su Presencia.

Al contemplarlo levante palabras de agradecimiento y alabanza. Medite en su grandeza, su poder y bondad hacia su vida. Abra su corazón y exprese sus sueños y deseos.

Declare también los deseos que tenemos como congregación en este tiempo: cielos abiertos, manifestación de sus milagros, salvación, sanidades y un lugar propio para congregarnos.

 

Dios le bendiga en este día!

Día OCHO
Aprender a deleitarse en Dios
bottom of page